Wade Chadman penetra en la defensa de Melilla. Fotos: Javier García
Baloncesto  |  Liga LEB Oro
Lección de garra y defensa por parte de los pupilos de Paco García ante un desconocido Melilla.

95-70: Apisonadora pucelana

25 de Marzo de 2018
Escrito por
Javier

Importante victoria del Carramimbre CBC Valladolid cimentada en la defensa y en mostrar más intensidad y ganas que su rival. Los de Paco García fueron mejores que Melilla desde el pitido inicial, secaron a los visitantes que pasaron sin pena ni gloria por la orilla del Pisuerga siendo una sombra de lo que en realidad son y se asientan en la zona de playoff.

El Carramimbre CBC Valladolid saltó más enchufado a la pista que su rival y eso se vio reflejado en el juego de ambos conjuntos en los primeros minutos. Y es que los pupilos de Paco García estaban atinados tanto en defensa –donde Jito Kok intimidaba con dos tampones a Guerra- como en ataque con dos lanzamientos exteriores inmaculados, que hicieron que el técnico visitante tuviera que pedir su primer tiempo muerto para que los pucelanos no se escaparan (12-2).

Los locales cerraban el rebote tanto en un aro como en otro ante la desesperación del Melilla y, no contentos con eso, mantenían grandes porcentajes de tiro lo que hacía que la ventaja incrementara pese al cambio defensivo y la rotación de jugadores planteadas por Alejandro Alcoba.

Los de García continuaban a lo suyo en el primer cuarto, ‘agachando el culo’ en defensa –donde tenían los brazos mucho más ágiles que sus rivales- y amenazando desde la línea de tres con un Gregory infalible, lo que propulsó a los pucelanos a un 26-6 en el marcador. Con ese más veinte entraron en el último minuto de un cuarto al que Melilla no se había presentado.

Con un dos más uno de Wade Chadman se puso fin a los primeros diez minutos con la máxima para Carramimbre CBC Valladolid (+19). Los de Paco García habían mostrado su mejor cara ante uno de los conjuntos más peligrosos de la categoría –quintos clasificados y ante los que cayeron en la primera vuelta por 79 a 62- y querían refrendar esa buena imagen en los diez siguientes.

Máquina engrasada

Melilla se emperraba en jugar en ataque con Guerra en la zona, que no tenía su día, mientras que no encontraban la manera de frenar las penetraciones de un Chadman que hacía y deshacía a su antojo. Alcoba puso a cuatro ‘bajitos’ para jugar por el exterior, mientras que Paco García ponía centímetros y músculo en la pista para asegurar la defensa. Una táctica que surtió efecto a los locales quienes aumentaban progresivamente la ventaja (36-18).

Lo mejor que les podía pasar a los visitantes era que llegara el tiempo de descanso porque Carrambimbre CBC Valladolid era una apisonadora en todas las facetas y lugares del juego. Los pucelanos se divertían y hacían vibrar al público que se había acercado al polideportivo Pisuerga. Durán era el encargado de maquillar la primera parte para los melillenses que no eran capaces de frenar ni a los interiores ni a los exteriores locales.

El último tramo finalizó con los primeros minutos en cancha para Lamont Barnes y con unos pucelanos deseosos de saltar de nuevo a la pista de Pisuerga para continuar aumentando la máxima renta que se había alcanzado al descanso con un +26 (55-29).

Melilla pareció salir más espabilado que en los dos primeros cuartos, al menos con algo más de intensidad, aunque Reyes con dos acciones positivas en ataque y Kok volviendo a intimidar en la pintura, hicieron que fuera solamente un espejismo.

Todo le salía a los locales que continuaban con altos porcentajes de tiro por encima del 50% tanto en tiros de dos como de tres –eso sí menores que en la primera mitad-. Fruto de algunos fallos y de algo de enfriamiento defensivo Melilla recortó algo las distancias (66-42) pero aún les quedaba mucho camino por recorrer y poco tiempo de reacción.

Plácidos minutos finales

Paco García no quería que los suyos se relajasen pese a mantener una renta tan amplia y, por ese motivo, empezó a rotar el banquillo y a pedir más intensidad defensiva. Un mensaje que el capitán, Sergio de la Fuente recogió al vuelo con dos robos seguidos que dieron paso a un nuevo estiramiento local.

No había sido el mejor cuarto de los pucelanos pero, con la mano caliente en los momentos decisivos y volviendo a cerrar el rebote defensivo, supieron administrar la renta y entrar en los diez minutos finales con una ventaja que superaba los treinta (81-49).

El vendaval había sido pucelano, el partido solamente había tenido un color, la apisonadora tenía nombre y apellidos; Carramimbre CBC Valladolid. Por lo que se entró en unos plácidos minutos finales con unos visitantes que bajaron definitivamente los brazos y unos locales que se dejaron llevar.

El último parcial solamente sirvió para la diversión de la afición local –con ola incluida-, rotaciones en ambos conjuntos, maquillaje en el electrónico y plasmar nuevas tácticas de la pizarra. Una importante victoria para el Carrambimbre CBC Valladolid –encadena tres partidos consecutivos sin conocer la derrota- que sirve para asentar a los pucelanos en la zona playoff.

Ficha técnica

Carramimbre CBC Valladolid: Gregory Robert (11), Óscar Miguel (13), Reyes (10), Sergio de la Fuente (21) y Jito Kok (5) -quinteto inicial-. También jugaron Wade Chadman (13), Uta (4), Maximilian Hopfgartn (8), Astilleros (2), Lamont Barnes (2) y Robert Anton (6)

Club Melilla Baloncesto: Kalepan (11), Eduardo Durán (13), Daniel Rodríguez (4), Lucas (7) y Guerra (10) -quinteto inicial-. También jugaron Samb (9), Filip Djuran (4), Sierra (5), Servera (-), Massine Fall (7) y Rubio (-)

Parciales: 31-13 / 55-29 (descanso) 81-49 / 95-70 (final)