SOLO RÍE EL QUE GANA

David de la Fuente | Diario de un aficionado
11 de Mayo de 2013

Sábado fantástico para ir al fútbol. Buena hora, buena temperatura, buen rival, buen ambiente previo en las calles de Valladolid que estaban hasta arriba de gallegos. . . vamos, un día perfecto para salvarnos matemáticamente y respirar tranquilos los tres partidos que nos quedan. Por las calles de Valladolid se veían un montón de aficionados del Dépor. Estaban por todos los sitios y dejándose los eurillos por los bares, restaurantes y cafeterías de la ciudad ¡Da gusto un ambiente así!

En el estadio, que por una vez y sin que sirva de precedente, he llegado pronto, colas bastante largas para entrar, pero también hay que decirlo, bastante rápidas. La espera no fue mucha y una vez dentro se respiraba ¡mmm! Qué olor, huele a partido de verdad, huele a fútbol. Las gradas casi llenas y no sé cuántos, pero muchos, dicen que cerca de cinco mil tenían un colorcillo azulado en sus camisetas. Hablaban con acento raro pero gracioso, y un tonillo de voz como cantando y agradable de oír. . . estaba claro que iba a haber guerra de aficiones: ahora cantamos nosotros; ahora animan ellos; ahora aplaudimos nosotros; ahora gritan ellos; entonamos un “vamos mi Pucela, vamos campeón” y justo después se oye un “Dépor, Dépor, Dépor”. Yo creo que estábamos sorprendidos hasta nosotros mismos de lo activos que hemos estado. Lo normal en estas ocasiones es que nos coman y nos dejemos.

Y menos mal que teníamos este lío de a ver quién anima más, porque si llega a ser un partido de mitad de liga nos hubiéramos aburrido hasta dormirnos en la butaca, pero como estamos casi al final, la tensión se mascaba en el ambiente. El Dépor atacaba más, pero sin peligro, los nuestros parecían cómodos con la situación, parecía que bastaba sólo con estar un poco ordenaditos y poco más; eso sí, el poco peligro creado ha sido nuestro, que cómo no, Mágico Óscar casi la clava por toda la escuadra; ¡pffff! Y qué decimos de la vaselina de Javi Guerra, porque estaba anulado por fuera de juego, pero qué bueno es. Así, aburridos por el partido pero divertidos por el ambiente llegamos al descanso. Y por qué no decirlo, qué aburrimiento ni qué narices, si con el puntito nos valía quién nos mandaba arriesgar más. Ale, descanso y luego más.

. . . y luego más, ¡vaya qué más! Golazo del que no valía para Primera. Taconcito y Aranzubía aún está buscando lo que hizo, cómo no ¡Jaaaaaavi… Gueeeeeeerra! No me canso de oírlo y cantarlo en la grada. Y todo cambió, o más bien, nada cambió. El Dépor siguió apretando sin orden ni concierto, el Pucela siguió defendiendo y haciendo nuestro partido; y nosotros seguimos cantando y animando. Hicimos callar al “pequeño Riazor” que se había convertido hoy Zorrilla.

Como no podía ser de otra forma hemos estado mirando el cronómetro hasta el final, el reloj no corría, parecía que los segundos estaban parados. Miro el marcador, minuto 27 de la segunda parte, lo vuelvo a mirar después de mucho rato y todavía estamos en el 29. . . en fin. Susto grande en el cuerpo, no podía ser de otra forma, a balón parado, pero por una vez el árbitro se equivoca a nuestro favor y anula su gol. Es una premonición de que claramente hoy es el día. Y final, final, final. Ahora sí, lo hemos conseguido: otro año más SOMOS DE PRIMERA.

Después de un partido tenso, trabajo, pesado: victoria y permanencia. No habremos jugado bien, pero qué bien lo hemos pasado, porque como he dicho a menudo, sólo se divierte el que gana. Los gallegos han pasado un bonito día en nuestra tierra, pero tras perder seguro que no hay quien les consuele, al menos de momento, pero nosotros. . . más contentos que unas pascuas. Tanto es así, que al final no nos queríamos ir, cinco minutos de ovación de gala para el equipo que se abrazaban en el centro del campo y todos nosotros cantando el “El escudo que llevas en tu pecho, llévalo con orgullo y con honor. . . “ y sin dejar de aplaudir.

Lo que nos queda ya solo es disfrutar. La semana que viene pasillo al campeón, pero luego a darles un disgusto, que nosotros podemos, las últimas dos jornadas. . . a seguir riéndonos, que con la permanencia matemática no puedo dejar de reír. ¡VAMOS PUCELA! Que un año más SOMOS DE PRIMERA.